Bandoneon
Aunque el bandoneón se inventó hace relativamente poco tiempo, no hay una opinión definida sobre su origen. Se puede considerar un descendiente directo de la concertina alemana inventada de manera confiable por Carl Friedrich Uhlig en Chemnitz alrededor de 1835. Muchos investigadores coinciden en que el músico y comerciante de instrumentos musicales alemán Heinrich Band, originario de la ciudad de Krefeld, estuvo directamente relacionado con la invención del bandoneón.
Se sabe con certeza que Bund abrió su propia tienda de música en 1843 y presumiblemente en 1846 se les pudo vender el primer bandoneón aquí. Se cree que el bandoneón heredó el apellido de su probable creador. Sin embargo, hubo otras variaciones del nombre de este instrumento: bandonion, bandeneon, bandolion, bandoleon.
El bandoneón se generalizó en Alemania. Se creó la "Sociedad de amantes de la concertina y el bandoneón alemanes", e incluso se publicó un periódico especial. El bandoneón se ha convertido no solo en un instrumento favorito en el hogar, sino también en la creación musical profesional, se están creando una gran cantidad de conjuntos y orquestas. Para tocar en conjunto, comenzaron a producirse bandoneones picolo (suena una octava más alta de lo habitual) y bandoneones de bajo (suena una octava más baja). Se publica mucha literatura para cuartetos y conjuntos de bandoneones.
Cabe señalar que el bandoneón tuvo el destino de un instrumento musical no del todo "secular". Astor Piazzolla dijo: "El bandoneón se inventó en Alemania para acompañar un servicio religioso, pero muy rápidamente se encontró en los burdeles de Buenos Aires". De hecho, como se mencionó anteriormente, el bandoneón se usó inicialmente para interpretar música sacra en iglesias en Alemania, pero a fines del siglo XIX fue traído a Argentina y pasó a formar parte de las orquestas de tango. Las primeras muestras del bandoneón fueron traídas a Buenos Aires, presumiblemente hacia 1870, en circunstancias muy nebulosas. El primero en incluir el bandoneón en un conjunto musical fue Domingo Santa Cruz. Flautas, guitarras y violines (ocasionalmente mandolinas y acordeones) formaron los primeros conjuntos con bandoneón.
Hoy en día, el bandoneón sigue siendo popular en Alemania, donde la enseñanza de tocar este instrumento se lleva a cabo en círculos musicales y escuelas de música folclórica. El bandoneón es muy popular en Argentina, donde durante mucho tiempo ha sido considerado un instrumento nacional. Allí se hacen bandoneones en tres y hasta en cuatro partes. En la capital de Argentina, Buenos Aires, se erige un monumento al tango de acero de tres metros y medio, que es un bandoneón gigante.